El salto de la pobreza a nivel nacional ha sido notorio desde el inicio de la gestión de Javier Milei como presidente. El país cerró 2023 con una tasa de pobreza del 41,7%, y para la primera mitad de 2024, este porcentaje se disparó al 52,9%. Con este incremento de 11,2 puntos porcentuales en tan solo 6 meses, el índice resulta el más alto desde el primer semestre de 2006, cuando la pobreza fue del 44,5% luego de alcanzar el pico máximo de la serie en mayo de 2003 (62%); lo que refleja el impacto de la crisis económica y las políticas de ajuste implementadas por el actual gobierno libertario.
La brecha de la pobreza –la distancia entre los ingresos de los hogares y la Canasta Básica Total (CBT)– se sitúa en el 42,6%. En promedio, los hogares pobres de la Argentina generan un ingreso total de $407.171, mientras que el costo de la CBT alcanza los $709.318, lo que también demuestra la magnitud de la crisis en términos de poder adquisitivo.
Concordia se bajó del podio, pero mantiene un nivel alarmante de pobreza y desigualdad
Concordia exhibe una pobreza 13 puntos porcentuales por encima del promedio nacional (52.9%). La ciudad, que en el informe de marzo de 2024 había quedado en el segundo puesto (56,2%), continúa siendo la más afectada de la región pampeana con el 65.8%, unas 108.890 personas, consolidando su lugar como uno de los aglomerados más pobres del país. Además, el 54,8% de los hogares en Concordia son pobres, lo que evidencia el deterioro de las condiciones de vida en el ámbito familiar.
Segunda en indigencia
Otro dato que agrava la situación es el aumento de la indigencia en la ciudad. En Concordia, el 19,9% de los hogares no logran cubrir siquiera la Canasta Básica Alimentaria (CBA), es decir, viven en la indigencia. Esto afecta directamente al 26,4% de la población total, lo que implica que 43.613 personas, más de una cada cuatro, no tiene acceso a una alimentación básica diaria. Este fenómeno es particularmente preocupante en los sectores más vulnerables de la población, como los niños y adultos mayores.
Sergio
En democracia el pueblo tiene lo que se merece, el error es creer que se merece más, a pesar de hacer todo mal.
LEONARDO
Para entender este declive hay que remontarse a los años 70. Terminó la construcción de la represa, y alrededor de 2.500 personas, sustento de muchas familias, se quedaron en la ciudad. El frigorífico Yuquerí, 50.000 personas; Sanderson Argentina S.A.; Pindapoy S.A.; el aserradero 9 de Julio –del mismo grupo–; el Ferrocarril Urquiza; Bagley S.A.; Terrabussi S.A.; el aserradero Blasco y numerosos empaques citrícolas. ¿Qué políticas nacionales, provinciales o locales se implementaron en ese momento para fomentar la reinserción de esa gente? Trato de buscar o recordar qué hicieron Busti, intendente y gobernador; Bordet padre; Busti de nuevo; Calucho; Orduna; Calucho otra vez; Bordet hijo dos veces; Urribarri, gobernador dos veces; Bordet, gobernador dos veces. El problema es hoy, pero me parece que no es solo eso, esto es histórico y está ya arraigado. Lamentablemente, a eso hay que sumar la gente que viene del norte y ve más posibilidades aquí que en sus propias ciudades, como el caso del correntino en la BBC que dijo que aquí podía comer de la basura.
A veces pienso: ¿fue mala gestión, inoperancia política o adrede, porque Jorgito se habrá dado cuenta de que con asistencialismo se ganaban las elecciones y los demás siguieron su manual? Quiero creer que no. Las malas decisiones políticas y económicas se pagan con más pobreza. ¿Tiene solución? Sí, pero no es mágica. Cuando una mujer o un hombre quiere seducir, se pone atractivo; lo mismo aplica para el empresario que va a instalar su industria, comercio, etc. Vamos a tener que reducir la indigencia y la pobreza para ver la posibilidad de que alguien quiera venir, acompañado de políticas favorables y exenciones impositivas.
Corcuera
Una porcentaje importante de esa culpa, responsabilidad, error, salvajada, la tienen los principales afectados. Sí, los pobres e indigentes, que se les dijo de mil maneras (antes con Macri, ahora con este tarúpido) de lo que se les venía. No obstante, estos distinguidos vecinos optaron por dejarse llevar por la estupidez propia, y adquirida mediante el celular, u otros medios. Ahí los tenés ahora, ‘disfrutando’ de su hazaña. Colas en los cajeros, en el Anses, como si esa condición de ‘mendigos informatizados’ los incluyera en la sociedad en igualdad de condiciones. Ellos tampoco se quieren enterar de la soberana cag*ada que se mandaron. Disfrutan de la fila…. EN FIN. Deberán proceder en consecuencia como mejor les plazca. Yo ya hice mi parte, antes y durante. Ahora me siento a esperar. GRACIAS
Leticia
Hace nueve meses que no hacen más que quejarse de la gestión anterior, pero aumentaron los pobres en Concordia. ¡¡¡Hay que gestionar, trabajar, hacer crecer la economía interna para salir de esta situación, señor intendente!!! Basta ya de quejas y pónganse a trabajar en serio!!! El cuentito de: «No hay plata» ya se terminó…»
Bernardo Bohmer
El PJ concordiense, la UCR vernácula, los profesionales, la farándula, básicamente la sociedad concordiense es la culpable.
Háganse cargo…