Con una mezcla de bronca, desilusión y fotomontaje (sí, fotomontaje incluido), el intendente Mauricio Davico explotó en redes sociales al enterarse que el Concejo Deliberante no expulsaría al concejal Leandro Lesik, luego de que se archivara la causa por el accidente que protagonizó con 1,87 gramos de alcohol en sangre.
El título de su posteo fue elocuente: “CASTA vs. PUEBLO”, en mayúsculas y sin sutilezas, como quien quiere dejar bien en claro de qué lado está parado (aunque todavía no sepamos bien dónde). Lo cierto es que, lejos de sumar un concejal, Davico terminó perdiendo a uno que siempre le votó todo y —para colmo— acaba de ser electo presidente del Comité Municipio de la UCR. Como si eso fuera poco, se supo que dos funcionarios de su extrema confianza, Luciano Garro y Luis Castillo, también habrían sido vistos manejando en condiciones parecidas… y Davico, dicen, ni enterado. O eso dice.
Davico a los ponchazos, con «la casta», con la UCR, con todos
“El radicalismo de (Atilio) Benedetti y el kirchnerismo le salvaron la banca al concejal que manejaba pasado de copas”, disparó Davico, sin filtro, acusando a diestra y siniestra. Y remató: “Así actúa la casta política: se cubren entre ellos y le dan la espalda al ciudadano que les paga el sueldo”.
Lo que queda claro con esta última jugada es que el intendente todavía no le agarra la mano ni a la gestión ni a la política. Porque —no hay que olvidarlo— fue justamente el radicalismo el que lo llevó al sillón de la intendencia, el mismo espacio político al que pertenece su vice Julieta Carraza, y el mismo que, hasta ahora, le venía aprobando todo lo que mandaba.
Pero algo se rompió. Y no fue el paragolpes de Lesik. Davico, en lugar de sumar apoyos en un contexto que no le sobra nada, eligió confrontar con todos, incluso con quienes fueron sus aliados hasta ayer nomás. En ese camino, parece haber decidido patear el tablero… sin mirar que del otro lado de la mesa también están los que lo sostienen.
Lesik, con el aval del bloque y sin sanción penal, seguirá en su banca. Y Davico, que aspiraba a ocupar ese lugar con alguien de su riñón, ahora se queda sin el pan y sin la torta: pierde un voto en el HCD, se enemista con la UCR, y para colmo, todo por un caso que ya había sido archivado por la Justicia.
Lo que queda por delante, entonces, no es solo un Concejo más complicado para el intendente, sino un mapa político local con nuevos adversarios que —como diría cualquier manual básico de gobernabilidad— no hacía falta inventar.
3 comentarios
Rogelio
Y del borracho asesino de Juan Ruiz Orrico que decis colacho loca
Cumbiero
A ver, que alguien me explique: Davico se enojo con un concejal que manejaba en pedo. Pero cuando los sorprendidos manejando borrachos fueron su jefe de gabinete Luciano Garro y su secretario de cultura Luis Castillo ¿el estaba ausente de la ciudad y no se enteró? Davico: segui cumbiando que te sale mejor que la política y la función pública.
Gustavo Bidet
Palito ¿Que pashoooo?